Murcia: El juez obliga a McDonald’s a readmitir a una trabajadora despedida como represalia

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ElPajarito // 9 de julio de 2014

Un juzgado de Murcia ha declarado nulo, por discriminatorio, el despido de una trabajadora de McDonalds que denunció a la empresa por no negarse a facilitar calzado protector a sus empleados. El juez ha dictaminado la readmisión de la trabajadora y obliga a la empresa a pagarle los salarios de estos últimos meses que ha estado en el paro y a indemnizarle con 6.000 euros.

El 30 de enero de este año una afiliada de CGT que trabaja en el restaurante McDonalds de Nueva Condomina decidió denunciar a la empresa ante la Inspección de Trabajo porque ésta se negaba a proporcionar a la plantilla el calzado protector imprescindible para evitar resbalones y otros accidentes laborales. La denuncia se produjo después de numerosas peticiones previas por parte de la trabajadora a sus superiores, con el fin de que cumpliesen la legalidad sin necesidad de forzarle a denunciar.

El 17 de febrero, la Inspección se personó en el restaurante y, tras comprobar que la empresa estaba violando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales al no proporcionar calzado de seguridad a la plantilla, le ordenó que lo hiciese con carácter inmediato. Gracias a esta denuncia, todos los trabajadores y trabajadoras de McDonalds en Nueva Condomina tienen hoy calzado protector.

Pero la reacción de McDonalds no se hizo esperar. El 14 de marzo la trabajadora denunciante recibió una carta de despido disciplinario en la que se le imputa haber cometido entre el 7 y el 9 de marzo más de 70 faltas disciplinarias, entre las que se citaban no hacer un dobladillo de cierre a las bolsas de pedido, colocar en las bandejas de pedidos las bebidas frías antes que las patatas fritas o no batir correctamente los helados. Extrañamente, la trabajadora llevaba 6 años en el mismo centro de trabajo sin que nunca se le hubiese imputado ni una sola falta.

Tras su despido, la trabajadora acudió al sindicato CGT para demandar a la empresa por despido nulo, esto es, por despedirla como represalia por su legítima denuncia, gracias a la cual sus compañeros y compañeras hoy tienen equipos de protección. La trabajadora reclamaba su readmisión, el pago de los salarios de todos los meses que estuvo despedida y una indemnización adicional de 6.000 euros por el daño moral sufrido, dada la angustia que le causó estar en el paro cuatro meses por “haber osado defender los derechos de la plantilla donde se integra, y ello tras seis años trabajando en la empresa sin que jamás hubiese cometido falta alguna”.

El lunes el Juzgado de lo Social Nº1 de Murcia dictó sentencia por la que le concede todo lo pedido a la denunciante, declarando nulo el despido y obligando a la empresa a pagarle los salarios de estos últimos meses e indemnizarle con 6.000 euros. El Juzgado reconoce que las supuestas faltas imputadas a la trabajadora no eran más que una excusa para echarle, y resalta la evidente relación causa-efecto que existió entre su denuncia ante la Inspección de Trabajo y el fulminante despido que padeció. Igualmente, el Juzgado considera violada la garantía de indemnidad de la trabajadora, esto es, el derecho de todo trabajador o trabajadora a denunciar a su empleador si éste comete cualquier abuso contra él o contra el resto de la plantilla y no ser castigado o discriminado por tal denuncia.

CGT afirma que estará vigilante para que, una vez reincorporada a su puesto de trabajo, no vuelva a sufrir ningún otro ataque por defender su dignidad y la de sus compañeros y compañeras.

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